Paint in Bar

Diana Carneiro
4 ene 2017
2 Min. de lectura

Les recomendamos a todos los que quieren empezar el año con nuevas experiencias que consideren esta propuesta traída por Paint in Bar.

La propuesta, como su nombre lo indica, consiste en ir a un bar a pintar. Lo primero que nos atrajo fue la idea de poder hacer algo distinto, de poder salir un poco de la rutina, pero en verdad no sabíamos realmente qué esperar de la experiencia.

El evento al que fuimos se realizó en el Liverpool Restobar de Miraflores (cabe señalar que los eventos se realizan en diferentes locales) donde se había separado un área del establecimiento para su desarrollo. Al llegar, aproximadamente media hora antes, las mesas ya estaban acomodadas con los caballetes, lienzos y demás materiales listos, lo que garantizó que el evento empezara con puntualidad.

Como parte del atractivo de la propuesta es el acceso a los servicios del restobar, pedimos algo de tomar y algunos de los otros asistentes incluso pidieron algo de comer.

La clase empezó con la instructora presentándose y presentándonos al equipo de dos personas que iba apoyarnos esa noche. Nos comentó cual era el proyecto propuesto para la clase, pero haciendo énfasis en que si queríamos cambiar algún detalle o hacer algo completamente diferente podíamos hacerlo y se nos daría el apoyo. Fue bueno saber que podríamos disfrutar de la clase así no tuviéramos definido algo que quisiéramos hacer y, al mismo tiempo, saber que teníamos la libertad de elegir algo distinto si preferíamos y aún así contaríamos con el apoyo de los instructores.

Dado que fuimos al evento de diciembre, la pintura elegida era de tema navideño. La instructora empezó a explicarnos como marcar los trazos mientras que los apoyos quedaban libres para asistirnos con dudas individuales o si necesitábamos algún material adicional.

Personalmente, llevaba bastante tiempo sin pintar, posiblemente desde que salí del colegio y nunca fui particularmente artística, por lo que me sentía un poco insegura al momento de empezar los trazos o con los resultados que iba teniendo. Sin embargo, el equipo de Paint in Bar realmente se esforzaba por ser positivos al recordarnos que si algo no nos gustaba podíamos corregirlo y sobre todo por hacernos ver que el objetivo de la experiencia es pasarla bien y no tanto crear una obra maestra.

Al final de la clase, quedamos satisfechos con las pinturas finales y, lo que más importante, mucho más relajados. La experiencia fue distinta, el equipo de Paint in Bar trata en todo momento de crear un buen ambiente y el evento nos dio la oportunidad de divertirnos tanto individualmente como juntos.

En resumen, fue una muy grata experiencia para nosotros que recomendamos que consideren de tener la oportunidad,